lunes, 12 de agosto de 2013

“Características de la novela detectivesca”



Artículo sacado del blog “El Blues del detective inmortal”
http://mikelurendezyroserpereze3b.blogspot.com/2008/12/caractersticas-de-la-novela.html


La novela policíaca moderna, también llamada novela detectivesca o novela policial, pertenece al género narrativo y nació en el siglo XIX. Mediante la observación, el análisis y la deducción se intenta resolver un enigma, normalmente un crimen, para encontrar al autor y su móvil.

      Muchos la consideran literatura de evasión. En la novela policíaca el detective nunca fracasa, es decir, siempre obtendremos al final las respuestas a los interrogantes sembrados en sus páginas. Nunca hablan de crímenes perfectos. El lector suele identificarse con el investigador y vive en primera persona las pesquisas que reconstruyen el crimen hasta dar con el asesino.

      El relato policial es netamente urbano y nació a la vez que los cuerpos de seguridad en las ciudades europeas y norteamericanas a comienzos del siglo XIX. Se considera a Edgar Allan Poe el padre de la novela policíaca, que inició con su relato de 1841, Los crímenes de la calle Morgue. A este siguieron El misterio de Marie Rogêt (1842), La carta robada (1843) y El escarabajo de oro (1844). A Poe debemos el primer detective literario, Auguste Dupin, que sirvió de inspiración al celebérrimo Sherlock Holmes. El éxito fue arrollador desde el principio y sus cuentos se vendieron como rosquillas.

      La narrativa policial tiene tres momentos:

      * En sus comienzos, el interés se centraba en el argumento, en tanto que la trama se aclaraba mediante el método deductivo. Así se cultivó hasta 1930.
      * Más tarde, el centro de interés varió hacia la explicación psicológica de los hechos y en el comportamiento de los personajes.
      * Desde hace algunas décadas, el estilo es mucho más realista y violento. Los crímenes tienen razones concretas; la trama mezcla intriga, espionaje, violencia e incluso sexo, y las innovaciones científicas están al día.

      La mayoría de novelas policíacas tienen ciertos rasgos comunes, características que plasmó desde un principio Edgar Allan Poe, que más tarde perfeccionaría Arthur Conan Doyle y que el resto de escritores han seguido:

      1. Planteamiento de un caso. Al principio resultará indescifrable y complejo. Sin embargo, utilizando la lógica y el intelecto podrá desentrañarse. En muchos aspectos es similar a una partida de ajedrez.
      2. El detective o investigador suele ser una persona culta, observadora, muy inteligente y, en ocasiones, amante de la ciencia.
      3. En toda investigación se sigue el método científico: observación, análisis, deducción.
      4. La investigación debe tener un resultado doble:
a) quién es el culpable del crimen,
b) cómo lo hizo, siendo esto lo que verdaderamente da sentido a la trama.
      5. Habrá pequeñas dosis de violencia, casi siempre limitada a la presentación del caso.
      6. La solución la da el detective en las últimas páginas del relato.
  
El punto 1, se cumple aunque no se ve enseguida. Pasan unos cuantos capítulos antes de que empieces a leer algo que tenga relación con un misterio.

El punto 2, no se cumple demasiado bien. Los investigadores de la novela son dos amantes de la música y no creo que les guste demasiado la ciencia.

El punto 3, no se va cumpliendo más o menos, porque van observando, analizando pruebas, deduciendo cosas, otra vez observando, luego sacan deducciones erróneas, ...

El punto 4, se cumple, pero no solo hay un culpable, hay más de uno. Y lo de que cómo lo hizo da sentido a la trama, sí que da sentido a la trama del misterio, pero creemos que al final nos dimos cuenta de que mucho mucho no les incumbía nada ése misterio.

El punto 5, no es que haya pequeñas dosis de violencia, hay bastantes dosis.

El punto 6, la solución no la explica al igual que explica otras cosas, sino que la vive mientras te la cuenta, y en las últimas páginas lo que te narra es cómo acabó el grupo y los dos protagonistas.

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