domingo, 27 de junio de 2010

"Las malas palabras" Eduardo Galeano


Ximena Dahm andaba muy nerviosa, porque aquella mañana iba a iniciar su vida en la escuela. Corriendo iba de un espejo al otro, por toda la casa; y en uno de esos ires y venires, tropezó con un bolso y cayó desparramada al piso. No lloró, pero se enojó:

--¿Qué hace esta mierda acá?

La madre educó:

--Mijita, eso no se dice.

Y Ximena, desde el piso, curioseó:

--¿Para qué existen, mamá, las palabras que no se dicen?

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